Los cambios que se producen en los distintos sistemas orgánicos con el envejecimiento hacen del anciano una persona propensa a sufrir caídas y lesiones en el pie. El uso de un calzado correcto en anchura, altura y longitud, compuesto de materiales nobles, flexible y con refuerzos adecuados puede evitar muchas de estas situaciones mejorando la calidad de vida del anciano.