Las fracturas mandibulares son las fracturas faciales más frecuentes tras las fracturas nasales, y la contusión directa es la causa más habitual. La práctica deportiva es una de las principales causas de lesión maxilofacial, con gran variabilidad según el deporte practicado. Aunque existen diferentes publicaciones sobre el return-to-play en la fractura mandibular, no existe consenso claro al respecto.