La terminología ATIC se basa en el lenguaje natural de las enfermeras asistenciales, cuyos conceptos se someten a un refinamiento teórico. Tiene una estructura matricial, no taxonómica, y persigue la representación del proceso de prestación de cuidados de forma circular e iterativa, en la que el primer y el último paso es la interacción de la enfermera con la/s persona/s beneficiaria/s de los cuidados. El objetivo de este artículo es plantear las consideraciones y revisar las evidencias del uso de la terminología ATIC en la práctica asistencial. Para ello se ha realizado una adaptación del método mixto, narrativo, contiguo, en el que los resultados de la revisión de los estudios se presentan secuencialmente junto a sus consideraciones esenciales para que el lector elabore sus propias conclusiones. Partiendo de una concepción circular e iterativa del proceso de prestación de cuidados, el eje de valoración de ATIC se ha empleado para construir modelos de datos y se utiliza en la práctica para representar la valoración integral inicial, continuada y focalizada del estado de la persona. Varios estudios avalan su uso.
El eje diagnóstico de ATIC parte de una concepción pragmática del significado del diagnóstico enfermero y propone una red de nuevos conceptos para su uso en la práctica. Los estudios demuestran su usabilidad, precisión y utilidad para la representación del juicio clínico enfermero. El eje intervención de la terminología se nutre de la conceptualización de la práctica asistencial enfermera y de la representación pragmática de sus prestaciones. Varios estudios analizan su uso, el nivel de comprensión de las enfermeras sobre su contenido y la coherencia entre el registro de los diagnósticos, las intervenciones y los resultados. En síntesis, las evidencias que sustentan y demuestran el empleo de ATIC en la práctica asistencial parecen apoyar el escenario de que esta facilita el registro y la visibilización de la aportación de los cuidados enfermeros a los resultados de salud, aunque el método empleado deja las conclusiones a consideración de cada lector.
ATIC Terminology is based on the natural language of nurses; its concepts are object to theoretical refinement. It has a matrix structure, non-taxonomic, and it aims at representing the patient care process in a circular and recurrent manner, where the first and the last step is the interaction of the nurse with the person receiving care. The objective of this article is to present the considerations and review the evidence on the use of ATIC terminology in patient care. For this aim, there has been an adaptation of the mixed, narrative, continuous method, where the results of the review of studies are presented sequentially with their essential considerations, so that readers can draw their own conclusions. Based on a circular and recurrent concept of the patient care process, the evaluation axis of ATIC has been used to build data models, and it is used in practice to represent the initial, continuous and focused comprehensive evaluation of the person’s status. Various studies support its use.
The diagnostic axis of ATIC is based on a pragmatic concept of the meaning of nursing diagnosis, and puts forward a network of new concepts to be used in practice. Studies have demonstrated its usability, accuracy and utility for the representation of nursing clinical judgment. The terminology intervention basis feeds off the conceptualization of healthcare practice by nurses and the pragmatic representation of their patient care. Various studies have analyzed its use, the level of understanding by nurses about its contents, and the consistency between the record of diagnoses, interventions and outcomes. Summing up, the evidence that supports and demonstrates the use of ATIC in patient care practice seems to endorse the scenario that ATIC facilitates the record and visibility of the contribution of patient care by nurses to health outcomes, even though the method used leaves conclusions to be drawn by each reader.