Gerardo Rodríguez Martínez, E. Narbona López, M. Linés, Maria Jose Gormaz Moreno, Miguel Sáenz de Pipaón Marcos, Ricardo Closa Monasterolo, José Uberos Fernández, Carlos Zozaya Nieto, María Luz Couce Pico
Antecedentes: se han realizado esfuerzos significativos para mejorar la nutrición en los recién nacidos muy prematuros. Las grandes encuestas pueden ayudar a conocer cuál es la nutrición que reciben los recién nacidos prematuros en las unidades neonatales e identificar si están en línea con las directrices actuales.
Métodos: se llevó a cabo una encuesta multicéntrica a nivel nacional sobre las prácticas clínicas empleadas en la alimentación en los recién nacidos de muy bajo peso en hospitales de nivel III que ingresan recién nacidos con un peso al nacer < 1.500 g y/o una edad gestacional < 32 semanas.
Resultados: el cuestionario fue completado por 53 unidades neonatales (tasa de respuesta del 59%). Más del 90% de las unidades estudiadas inician la administración de aminoácidos inmediatamente después del nacimiento y más de la mitad utilizan nuevas emulsiones lipídicas intravenosas que contienen aceite de pescado. La nutrición enteral se inicia en las primeras 24 horas de nacimiento en el 65% de las unidades y el 86% de ellas son medianas o grandes. El volumen de alimentación aumenta a una velocidad de 10-30 ml/kg/día en > 90% de las unidades. El fósforo sérico se monitoriza con mayor frecuencia que la albúmina (p = 0,009) o los triglicéridos (p = 0,037), pero solo el 28% de los centros miden regularmente la prealbúmina como biomarcador nutricional. La fortificación de la leche humana y la suplementación con hierro, a partir de las cuatro semanas de edad, es casi universal. Sin embargo, solo el 30% de las unidades administran 800 UI/día de vitamina D. Casi el 50% de las unidades utilizan leche de fórmula del prematuro al alta de las unidades.
Conclusión: la mayoría de las unidades neonatales españolas administran precozmente los suplementos de aminoácidos y más de la mitad emplean emulsiones de lípidos a base de aceite. Hay una importante variación en las prácticas nutricionales posteriores al alta y en la administración de vitaminas.
Background: Significant efforts have been made to improve the nutritional support of very preterm infants. Large surveys may help to know the nutritional practices for preterm infants in neonatal units and identify if they are in line with the current guidelines.
Methods: A multicentre nationwide web-based survey on clinical feeding practices in very low birth weight (VLBW) infants was conducted in tertiary neonatal hospitals that admit infants with a birth weight < 1,500 g and/or a gestational age of < 32 weeks.
Results: The questionnaire was completed by 53 units (response rate, 59%). Over 90% of the units surveyed start amino-acid administration immediately after birth and more than half use novel intravenous fish oil-based lipid emulsions. Enteral nutrition is started within 24 hours of birth in 65% of units and 86% of these are medium-sized or large. Feeding volumes are increased at a rate of 10-30 ml/kg/day in > 90% of units. Monitoring of serum phosphorus was measured more frequently than albumin (p = 0.009) or triglycerides (p = 0.037), but only 28% of centres regularly measure pre-albumin as a nutritional biomarker. Human milk fortification and iron supplementation, starting at four weeks of age, are almost universal. However, only 30% of units administer 800 IU/day of vitamin D. Nearly 50% of the units discharge infants on preterm formula.
Conclusion: Most Spanish neonatology units use early amino-acid supplementation and over half use novel fish oil-based lipid emulsions. Post-discharge nutrition practices and vitamin administration vary greatly.