IntroducciónLa epilepsia es una enfermedad neurológica con una alta prevalencia, siendo la segunda enfermedad neurológica más frecuente. Los pacientes con esta enfermedad pueden llevar una alimentación normal, pero ciertos hábitos alimentarios contribuyen a mejorar su calidad de vida. ObjetivoQueremos evaluar los aspectos corregibles mediante la dieta que mejorarían su calidad de vida y marcar las pautas a llevar a cabo. MétodoHemos realizado una revisión bibliográfica sobre efectos secundarios de los fármacos antiepilépticos, la dieta cetogénica y dificultades en los procedimientos invasivos, seleccionando aquellos que fueran modificables mediante la dieta. ResultadosSe observó que algunos fármacos antiepilépticos aumentan el riesgo cardiovascular (dislipidemia), favorecen la disminución de la masa ósea y también aparecen dificultades para la masticación y la deglución por técnicas invasivas que se realizan en algunos pacientes (cirugía resectiva o paliativa o implantación de estimulador de nervio vago).Encontramos como alternativa la dieta cetogénica, efectiva en algunos pacientes al reducir el número de crisis epilépticas, aunque existen controversias sobre su aplicación. Discusión y conclusionesSería interesante que estos pacientes llevaran una dieta cardiosaludable para paliar dichos efectos adversos, que contribuya a la mineralización ósea, valorando siempre el riesgo-beneficio, como podría ser el caso de la dieta cetogénica. Con esta revisión dejamos encaminadas las pautas dietéticas básicas en las distintas facetas que se puede ver afectada o con las modificaciones que debería tener en cuenta.