Diego Mana Pastrian, Germán Garabano, Hernan del Sel
IntroducciónEn este trabajo presentamos los resultados obtenidos en una serie de pacientes tratados con un reemplazo total de cadera por artrosis secundaria a displasia luxante, y describimos los problemas técnicos asociados con el RTC en este grupo.Materiales y métodos Evaluación retrospectiva de una serie de 81 casos operados por displasia luxante, con seguimiento mínimo de 2 años. Un caso excluido por seguimiento insuficiente. Hubieron sesenta y cuatro mujeres (80%) y 16 hombres. La edad al momento de la cirugía fue menor de 60 años en un 67,5 % del grupo. Según Crowe, en esta serie hubieron: 24 casos del tipo 1 (30%), 36 del tipo 2 (45%), 14 del tipo 3 (17,5%) y 6 del tipo 4 (7,5%). En todos los casos se realizó la medición radiográfica en milímetros del centro de rotación de la cadera y de la discrepancia de longitud (Pre y postoperatoria), para poder determinar la modificación producida en estos aspectos por la cirugía. ResultadosSe registraron 10 complicaciones relacionadas al procedimiento realizado. Un caso presentó una infección profunda, 6 casos requirieron cirugía de revisión protésica por aflojamiento mecánico. Un caso de lesión de nervio crural, y 2 casos de luxación protésica temprana. La tasa de sobrevida del implante fue de 91,25 % a 10 años de seguimiento promedio.El centro de rotación acetabular fue restaurado a una posición anatómica en 67 casos (hasta1 cm), en una posición bien tolerada en 12 casos (entre 1 y1,5 cm), y sólo en 1 caso el centro de rotación de la cadera superó el1,5 cmen posición cefálica en una cadera Crowe 2. La discrepancia de longitud de miembros preoperatoria promedio fue de22,8 mm(rango0 a90 mm), y la discrepancia definitiva fue en promedio de5,6 mm(rango0 a25 mm).ConclusiónEl reemplazo total de cadera en la displasia luxante continúa siendo un desafío para el especialista. Se reporta un elevado índice de falla utilizando cotilos cementados luego de 10 años, que se incrementa cuanto más severo es el defecto oseo y más jóven es el paciente. Los resultados iniciales con cotilos no cementados parecen promisorios, pero debemos disponer de más estudios que demuestren una buena evolución, con un mayor número de casos en el largo plazo. Seguimos considerando adecuada la utilización de injerto óseo estructural para el defecto lateral, y molido para la protrusión provocada, y cotilos cementados para grandes defectos en caso de no disponer de una opción no cementada. Nivel de evidencia: IV (serie de casos)
IntroductionWe present the results of a group of patients treated with total hip replacement due to osteoarthritis secondary to dysplasia, and describe the technical problems associated with the procedure in this group.Materials and methodsRetrospective evaluation of 81 cases, with a minimum follow-up of 2-year. One case excluded for insufficient follow up. There were sixty-four women (80%) and 16 men. Age at time of surgery was less than 60 years in 67.5% of the group. According to Crowe, there were 24 cases of type 1 (30%), 36 type 2 (45%), 14 type 3 (17.5%) of type 4 and 6 (7.5%). In all patients underwent radiographic measurement in millimeters from the center of rotation of the hip and length discrepancy (Pre-and postoperative), in order to determine the modification by the procedure.ResultsThere were 10 complications related to the procedure. One case presented a deep infection, 6 patients required prosthetic revision for mechanical loosening. A case of femoral nerve injury, and 2 cases of early prosthetic dislocation. The implant survival rate was 91.25% at 10 years of average follow up.Acetabular center of rotation was restored to an anatomic position in 67 cases (up to1 cm), at a position well tolerated in 12 patients (1 to1.5 cm), and only in one case the center of rotation of the hip exceed1.5 cm. The members length discrepancy was22.8 mmaverage preoperative (range 0-90 mm), and the final discrepancy averaged5.6 mm(range 0-25 mm).ConclusionTotal hip replacement in hip dysplasia remains a challenge for the specialist. We report a high rate of failure using cemented acetabular components after 10 years, which increases due to bone defect and cuase the patient is younger. Initial results with uncemented acetabular components seem promising, but we need more studies that demonstrate a good performance, with a greater number of cases. We continue to consider appropriate the use of structural bone graft to uncontained defects and milled bone to the protrusion, cemented acetabular components is usefull when en uncemented option is not available.