Introducción y objetivos El componente técnico en esgrima se desarrolla de forma unilateral provocando déficits bilaterales y asimetrías morfofuncionales en el esgrimista de élite. El objetivo del presente estudio fue valorar en qué grado estos desequilibrios morfofuncionales estaban patentes en jóvenes esgrimistas (20 hombres: 14,8±0,9 años; 12 mujeres: 14,2±3,3 años) en sus primeras etapas de formación hacia la élite.
Método Se analizaron 23 variables por triplicado en ambos hemicuerpos, agrupadas en las siguientes valoraciones: cineantropometría, flexibilidad y fuerza máxima isométrica. La fiabilidad entre intentos fue valorada con una ANOVA de medidas repetidas e índice de correlación intraclase (ICC), y una prueba T de muestras independientes para analizar las diferencias entre sexos y entre ambos hemicuerpos, con un nivel de significación de p≤0,05.
Resultados En ambos sexos existen diferencias significativas en los perímetros del antebrazo (p≤0,05) y en la fuerza máxima isométrica de prensión manual (p≤0,05). En las chicas se hallan diferencias significativas entre el área muscular del muslo anterior y posterior (p≤0,05). Pese a no hallar diferencias significativas en el resto de variables, en ambos sexos existen déficits bilaterales en torno al 4% entre los perímetros y al 11% entre las áreas musculares, de brazos y muslos del hemicuerpo armado frente al no armado.
Conclusiones En esgrima, determinados desequilibrios morfofuncionales se manifiestan en las primeras etapas de especialización. Se recomiendan entrenamientos específicos invirtiendo la lateralidad, una buena preparación física general y potenciar la musculatura antagonista, para minimizar los déficits potencialmente lesionales.