Virginia Ezquerro Cordón, Raquel Gómez Ruiz, Beatriz bonet Pérez, Lydia Salcedo Clemos, Ana Rosa Irache Ferrández
El periodo de alumbramiento o tercer estadío del trabajo de parto se inicia al finalizar el periodo expulsivo y concluye con la expulsión de la placenta y de las membranas ovulares, y con la puesta en marcha de los mecanismos de hemostasia local.
Podemos manejar el alumbramiento de manera expectante, i siológica y no intervencionista, cuando la mujer lo solicite o bien realizar un manejo activo del alumbramiento, cuya principal ventaja descrita es la reducción de la incidencia de hemorragia postparto (HPP).
Este artículo tiene como objetivo identii car las mejores prácticas basadas en la evidencia cientíi ca para el manejo del alumbramiento debido a que la conducta que elijamos puede un inl uenciar en gran medida la incidencia de aparición de las posibles complicaciones.
Para ello hemos realizado una revisión sistémica de la bibliografía disponible desde 2007 hasta la actualidad, en las bases de Cochrane y PubMed, y la Guía de Práctica Clínica de Atención del Parto Normal del Sistema Nacional de Salud.
La evidencia cientíi ca indica que existen mejores resultados con el manejo activo del alumbramiento puesto que disminuye el riesgo de hemorragia postparto, acorta la duración de esta tercera etapa y reduce la necesidad de oxitócicos.
Las matronas deben estar capacitadas con los conocimientos, las habilidades y el juicio crítico para el manejo activo de esta etapa del parto, y también deben estar capacitadas para practicar con habilidad ambas modalidades de alumbramiento: el activo y el isiológico.