Estafanía López Fort, Javier Pereiro Soriano
El aumento de la expectativa de vida, la notable mejoría en las técnicas de diálisis y el incremento constante de pacientes mayores de 65 años supone que el enfermo renal, como consecuencia de su mayor supervivencia, así como de las enfermedades que normalmente asocia, presente un agotamiento mayor de sus recursos en accesos vasculares (AV), y un aumento de las patologías y complicaciones asociadas a ellos. De entre todos los AV para hemodiálisis, la fístula arteriovenosa interna nativa está considerado el mejor de todos. Establecer un registro protocolizado y riguroso del AV, conocer las complicaciones que le afectan y aplicar unos buenos cuidados de enfermería permiten un desarrollo adecuado y prolongan la supervivencia del acceso. Los cuidados comenzarán, incluso, antes de la creación del AV, y una vez iniciado el tratamiento en hemodiálisis serán más exhaustivos, teniéndose éstos que completar con una adecuada educación al paciente sobre su AV