El parto como proceso natural y fisiológico en nuestro medio se ha convertido en algo casi exclusivamente hospitalario, lo que supone una mayor intervención médica y tecnificación.
En muchos casos estas prácticas pueden despersonalizar y deshumanizar la atención al parto, uso de luces intensas, ruidos, voces y la separación temprana del recién nacido de su madre. Hoy más que nunca, cuando parir se está convirtiendo en un hecho cada vez menos repetido en la vida de las mujeres, resulta necesario darle un significado a la llegada al mundo de una nueva vida y el valor más profundo que ésta se merece. Con el fin de conseguir una humanización del proceso de parto se está poniendo en práctica en muchos hospitales el Contacto Piel con Piel (CPP) del recién nacido