Cuando se interrumpe el suministro de glucosa a través de la placenta se produce una caída brusca de la glucemia en las primeras 1- 2 h de vida después del nacimiento, por lo que el personal sanitario deberá vigilar las cifras de glucemia de los recién nacidos y fomentar que se instaure la alimentación lo antes posible, poniéndoselo la madre al pecho o con su primer biberón en la sala de maternidad. Si no fuera posible porque el recién nacido estuviera ingresado en el centro neonatal y estuviera a dieta o no tolerara la alimentación, se iniciaría fluidoterapia intravenosa con suero glucosado 10% o ambos tratamientos en cualquier caso.
La finalidad de dicho trabajo es concienciar a los profesionales sanitarios en la prevención y reconocimiento de los signos de hipoglucemia en el recién nacido, sobre todo los que no se “enganchan” a la lactancia materna o porque las madres no han tenido subida de leche y conocer las actuaciones necesarias para prevenir las posibles lesiones neurológicas y complicaciones asociadas