Antonio Fuertes García
La dieta, junto con el ejercicio físico, es el factor determinante en la prevención primaria –y secundaria– de las enfermedades cardiovasculares (ECV), que continúan siendo la principal causa de muerte tanto en nuestro país como en los de nuestro entorno.
Tras la publicación de los resultados del Estudio de los Siete Países en 1980, se desaconsejó el consumo de huevos al equiparar falsamente su efecto nocivo con el de las grasas saturadas, por la creencia de que aumentaban el riesgo de padecer ECV. Esta idea, que se demostraría equivocada, fue generalmente aceptada tanto por la clase médica como por la población general.
Simultáneamente se realizaron numerosos estudios clínicos que claramente contradecían aquella creencia, concluyendo que la ingesta de huevos no aumentaba el riesgo de padecer ECV.
En conclusión, aunque la bibliografía sobre este tema es muy abundante, se revisan los estudios más signifi cativos en relación con el tema. En consecuencia y, siguiendo las recomendaciones ya desde el año 2000 de las Guías de la American Heart Association, podemos concluir que la ingesta de hasta un huevo al día no modifica el riesgo de padecer ECV en adultos sanos.
Diet, along with exercise, is the determining factor in primary prevention –and secondary– of cardiovascular disease (CVD). This disease remains the leading cause of death in our country, as well as neighboring countries.
After the publication of the results of the study of the Seven Countries in 1980, egg consumption was discouraged because it was thought falsely that the consumption of it had the same harmful effect as saturated fats increasing CVD risk. This idea, that was proved wrong later, was in general accepted by the medical profession as much as the general population.
Simultaneously numerous clinical studies were performed and they clearly contradict that belief, concluding that egg intake do not increase CVD risk.
In conclusion, although the literature on this topic is abundant, we cite the works that seem most signifi cant in this regard. Consequently and following the recommendations of the American Heart Association Guidelines, since 2000, we can conclude that intake of up to one egg a day does not modify the risk for CVD in healthy adults.