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José Eduardo Guerrero Gallarday, Anthonny Micheel Olano Yalta
Leímos con interés el reciente artículo titulado “Impulsividad y conducta alimentaria en varones”, sobre el cual querríamos hacer algunos comentarios. En primer lugar, los autores han usado la escala de impulsividad de Barratt, diseñada para evaluar la impulsividad, y la escala Eating Attitudes Test-40 (EAT-40), para medir las alteraciones alimentarias en una población estudiada que tiene rasgos psicológicos intrínsecos a su profesión que afectan a su comportamiento, ya que están expuestos a un estrés constante (2). Así mismo, existe evidencia de que los soldados, al inicio de su etapa de formación, tienen dificultades para adaptarse a la vida militar que les hacen mostrar impulsividad. Viven en un estado de tensión y percepción de riesgo constante, que ocasiona estrés y, por consiguiente, alteraciones físicas y/o psicológicas.
