Olga López de Dicastillo Sáinz de Murieta , Navidad Canga Armayor , Agurtzane Mujica Zabaleta, M.I. Pardavila Belio, Maider Belintxon Martín, Inmaculada Serrano Monzó, María Jesús Pumar Méndez
La Organización Mundial de la Salud considera que la promoción de la salud es una estrategia fundamental para aumentar la salud de la población, concibiéndola como un proceso global que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla. Así, la promoción de la salud no se centra únicamente en capacitar a los individuos trabajando sus conocimientos, actitudes y habilidades, sino que tiene en cuenta las esferas políticas, sociales, económicas y ambientales que influyen en la salud y el bienestar. La complejidad de aplicar estos conceptos se refleja en las cinco paradojas de la promoción de la salud que surgen entre la retórica y la puesta en práctica de sus principios. Las paradojas que se identifican y discuten en este trabajo son el paciente versus la persona, lo individual versus lo colectivo, los profesionales de la enfermedad versus los profesionales de la salud, los indicadores de enfermedad versus los indicadores de salud y la salud como gasto versus la salud como inversión. Hacer explícitas estas contradicciones puede ayudar a identificar los motivos por los que resulta tan compleja la aplicación de los conceptos relacionados con la promoción de la salud, y a plantear líneas de trabajo que faciliten su puesta en práctica.
The World Health Organization states that health promotion is a key strategy to improve health, and it is conceived as a global process of enabling people to increase control over, and to improve, their health. Health promotion does not focus solely on empowering individuals dealing with their knowledge, attitudes and skills, but it also takes political, social, economic and environmental aspects influencing health and wellbeing into account. The complexity of applying these concepts is reflected in the five paradoxes in health promotion; these arise in between the rhetoric in health promotion and implementation. The detected paradoxes which are described herein involve the patient versus the person, the individual versus the group, disease professionals versus health professionals, disease indicators versus health indicators, and health as an expense versus health as an investment. Making these contradictions explicit can help determine why it is so complex to put the concepts related to health promotion into practice. It can also help to put forward aspects that need further work if health promotion is to put into practice.