Acceso usuarios
Ayane De Sá Resende, Diva Aliete Dos Santos Vieira, Raquel Simões Mendes-Netto
Introducción: Los estudios han demostrado que la mayoría de las mujeres tienen insatisfacción corporal y el deseo de reducir su silueta y estos factores están asociados con el riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación con. Un número importante de mujeres que participan en los deportes es conocido por presentar un comportamiento inadecuado de la conducta alimenticia y insatisfacción corporal. Sin embargo, hay pocos estudios que han abordado esta cuestión entre aquellas que hacen ejercicios en los centros de acondicionamiento físico, que también se preocupan por su forma del cuerpo. Objetivo: El objetivo de este estudio fue evaluar el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria y los factores que se asocian con este riesgo entre las mujeres físicamente activas. Material y Método: La muestra representativa consistió en 356 mujeres jóvenes que hacen ejercicios en los centros de acondicionamiento físico en la ciudad de Aracaju, SE, Brasil (CAAE - 19845413.3.0000.5546). Se aplicó un cuestionario con datos socioeconómicos, datos de la actividad física y la adopción de dietas/suplementos para la pérdida de peso y el conocimiento del cuerpo, así como el Test de Actitudes Alimentarias (EAT-26). Resultados e discusión: Los resultados mostraron una considerable prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria (25,8%) y la insatisfacción corporal (73,9%). Las mayoría de las mujeres no están satisfechas debido al exceso de peso (54,9%) y deseaban reducir su silueta en 2 grados. La regresión logística mostró que la adopción de dietas/suplementos (OR = 2,71), excesiva preocupación por la forma del cuerpo (OR = 3,52), la baja autoestima (OR =2,14), y el grado de insatisfacción corporal (OR = 1,37) se asociaron con el riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación (p <0,05). Sin embargo, la escolarización se considera un factor protector para el desarrollo de trastornos de la alimentación (OR = 0,13). Conclusiones: Las mujeres en los gimnasios que tenían al menos una de las variables (menor escolarización, adopción de dietas/suplementos para la pérdida de peso, sentimientos de inferioridad y la insatisfacción corporal) son más propensas a desarrollar trastornos de la alimentación. Estos datos representan una preocupación, ya que al menos dos de cada diez mujeres en los centros de acondicionamiento físico presentan riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación además de la alta prevalencia de la insatisfacción corporal.
Introduction: Studies have shown that most women have body dissatisfaction and desire to reduce your silhouette, which are associated to the risk of developing eating disorders. A important number of women engaged in sports is known for presenting an inadequate eating behavior and display a body dissatisfaction. However there are few studies that have addressed this issue among those subjects attending fitness centers, who are also concerned about their body shape. Objective: The aim of this study was to evaluate the risk of developing eating disorders and factors that are associated with this risk among physically active women at fitness centers. Materials and methods: Representative sample consisted of 356 young women who exercise in fitness centers in the city of Aracaju, SE, Brazil (CAAE - 19845413.3.00 00.5546). A questionnaire with socioeconomic data, physical activity data and adoption of diets/supplements for weight loss and body awareness was applied, as well as the Eating Attitudes Test (EAT-26). Results and discussion: The results showed a considerable prevalence of eating disorders (25,8%) and body dissatisfaction (73,9%). The most women are dissatisfied due to overweight (54,9%) and desired to reducing their silhouette in 2 degrees. Logistic regression showed that the adoption of diets/supplements (OR = 2,71), excessive concern with body shape (OR = 3,52), low self-esteem (OR = 2,14), and degree of body dissatisfaction (OR = 1,37) were associated with risk of developing eating disorders (p <0.05). However, schooling was considered a protective factor for the development of eating disorders (OR = 0,13). Conclusion: Women at fitness centers who had at least one of the variables (lower schooling, adoption of diets/supplements for weight loss, feelings of inferiority and body dissatisfaction) are more likely to develop eating disorders. These data represent a concern since at least two of ten women at fitness centers presented risk of developing eating disorders in addition to the high prevalence of body dissatisfaction.
