Valencia, España
El Smartphone se ha convertido en un objeto indispensable en el día a día. Su uso genera en las personas diferentes sensaciones relacionadas con la independencia, el status social, la seguridad, el control y el ocio. No obstante, no todo son ventajas, el exceso del Smartphone ha suscitado temor por su posible carácter adictivo.
Las adicciones comportamentales, a excepción del juego de azar, no se encuentran reconocidas en el DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual) y esto condiciona los instrumentos para la medición de su uso. En este artículo se analiza minuciosamente las escalas validadas existentes que miden el uso del teléfono móvil/Smartphone: sus fundamentos teóricos, sus factores de estudio y las propiedades psicométricas, consistencia y validez.
Tras el análisis, se observa una falta evidente de fundamento teórico que sustente este tipo de trastorno conductual, ya que no existe consenso en su inclusión dentro de una taxonomía determinada y cada instrumento utiliza criterios diagnósticos provenientes de trastornos distintos del DSM-V, lo que dificulta todavía más la comparativa entre las escalas.
Los futuros estudios deben ir encaminados a establecer criterios diagnósticos propios al uso problemático y recoger síntomas relacionadas con la pérdida de control, la tolerancia y la abstinencia que su utilización provoca.
The Smartphone has become an object indispensable for the day to day. Its use generates in people different sensations related with the independence, the social status, safety, control and leisure. However, not all are advantages; excess use of the Smartphone has raised fear for its possible addictive nature.
Behavioral addictions, except for gambling, are not recognized in the DSM-V. This article thoroughly analyzes the existing validated scales that measure the Mobile/Smartphone use, its theoretical foundations, their study factors and psychometric, consistency, and validity properties.
After the analysis, there is a clear lack of theoretical basis, which supports this kind of behavioral disorder, there is no consensus on its inclusion within a given taxonomy and each instrument uses from diagnostic criteria for disorders other than the DSM-V, hindering even more the comparison between the scales.
Future studies should be designed to establish diagnostic criteria inherent to the problematic use and collect symptoms related to loss of control, tolerance and withdrawal caused by their use.