Durante los últimos años se han desarrollado técnicas «mínimamente invasivas» de artrodesis que pretenden alcanzar los buenos resultados clínicos con una baja incidencia de complicaciones. La artrodesis intersomática extralateral o directa transpsoas es una artrodesis anterior mínimamente invasiva. Se han intervenido desde mayo de 2012 hasta mayo de 2015, un total de 97 pacientes con 138 segmentos intervenidos. El seguimiento fue de 44 a 12 meses. La edad media fue de 68 años (41-86). La causa más frecuente de intervención fue el segmento adyacente (30%), la deformidad (22%) y la discopatía lumbar (21%). La caja intersomática se implantó: sola («stand-alone»), en el 33% y se utilizó fijación adicional en el resto: tornillos percutáneos unilaterales (11%), bilaterales (27%) o con placa lateral (62%). La estancia media fue 3,2 días (2-6). La puntuación de la escala analógica visual lumbar pasó de 9 a 4,1 bajando a 3 a partir del año. La mejoría de la altura del disco fue de 8,4mm a 13,8mm y un aumento del diámetro mayor del foramen de 10,5 a 13,1. Dichas diferencias son estadísticamente significativas. Se registraron complicaciones precoces mayores: tres lesiones motoras del nervio femoral y un hematoma retroperitoneal (4%); y precoces menores: dos fracturas/hundimientos (2%). Como tardías mayores: una hernia abdominal, una movilización de 10mm y tres radiculopatías (5%); y como tardías menores: tres fracturas/hundimiento, dos movilizaciones mayores de 10mm, cuatro movilizaciones menores de 10mm y una movilización de un tornillo de una placa (10%). La técnica artrodesis intersomática extralateral constituye una alternativa segura y fiable a la hora de plantear una artrodesis lumbar por vía mínimamente invasiva.
«Minimally invasive» techniques have been recently been developed in order to achieve good clinical results with a low incidence of complications. The extralateral interbody fusion or direct transpsoas is a minimally invasive anterior arthrodesis. A total of 97 patients with 138 segments received surgery between May 2012 and May 2015. The follow-up was from 12-44 months. The mean age was 68 years (41-86). The most common cause of intervention was the adjacent segment (30%), deformity (22%), and lumbar disc disease (21%). The interbody cage was implanted as: Single (stand-alone) in 33%, and additional fixation was used in the others: Screws, percutaneous unilateral (11%), bilateral (27%), or with a lateral plate (62%). The mean stay was 3.2 days (2-6). The score on a lumbar visual analogue scale decreased from 9 to 4.1, and dropped to 3 after one year. The improvement in disc height was from 8.4mm to 13.8mm, and a larger increase in the foramen diameter from 10.5 to 13.1mm, which were statistically significant. The early major complications recorded were, three motor femoral nerve injuries and retroperitoneal haematoma (4%), and the early minor were: two fractures (2%). As major late complications there was an abdominal hernia, a mobilization of 10mm and three radiculopathy (5%), and as minor late, three fracture, two mobilisations greater than 10mm, four mobilisations of less than 10mm, and one mobilisation of a screw plate (10%). The extralateral interbody fusion technique is a safe and reliable when performing a lumbar fusion by an alternative minimally invasive route.