Debido a la enorme presencia que tiene el dolor en la clínica fisioterápica, los procedimientos empleados para su control son muchos y muy variados. Para cada paciente, los aspectos relativos al tipo de dolor presenta, cronicidad, intensidad, zona afectada, así como otros aspectos relacionados con su personalidad, tienen una enorme importancia a la hora de seleccionar el método de control del dolor más adecuado.
En general, los métodos fisioterápicos para el control del dolor se dirigen tanto a reducir éste como a prevenir la cronicidad, y dependiendo de la participación más o menos activa que asume el enfermo en el control de su dolor podemos dividirlos en dos grupos: métodos aplicados en el enfermo, cuando se requiere una participación menos activa, y con el enfermo, cuando el método precisa una participación más activa por parte del paciente. Entre los métodos que incluimos en el primer grupo se encuentran el frío, diferentes tipos de masaje, el calor, ultrasonidos y la electroterapia, y entre los métodos para el control del dolor que requieren mayor participación del propio paciente en su recuperación tenemos la educación postural, el biofeedback electromiográfico, la respiración profunda, la relajación y la relajación más ejercicio.
En este estudio revisamos algunos de los procedimientos más destacados para el control del dolor, y seleccionamos para su exposición aquellos que, en general, presentan mejores resultados al respecto.