Ana Isabel Macías Jiménez, Roberto Cano de la Cuerda
En la actualidad existe una alta incidencia de caídas en la población de edad avanzada, constituyendo la sexta causa de muerte en dicha población. La caída y todas las consecuencias físicas, psicológicas y sociales derivadas de la misma han provocado la estrecha relación entre éstas y la institucionalización de este grupo de población, con la importantísima repercusión socioeconómica que de ello se deriva. Las causas de las caídas en la enfermedad de Parkinson (EP) pueden ser accidentales, ligadas a otros procesos patológicos o psíquicos, sin pasar por alto las causas iatrogénicas derivadas de los efectos secundarios de la medicación.
En la literatura se han descrito que la disminución de los reflejos posturales, así como la marcha festinante, los bloqueos motores y las dificultades de la marcha, así como la necesidad de ayudas para las actividades de la vida diaria constituyen factores predisponentes de caídas en sujetos con EP. No ocurre lo mismo con la presencia de movimientos involuntarios y periodos on/off. La ingesta de múltiples medicamentos, las alteraciones del humor, la ansiedad y la depresión, así como la ingesta diaria de alcohol y la presencia de hipotensión postural también influyen en un aumento del número de caídas en la población con EP.
Es en la calle donde se producen la mayoría de las caídas, provocando fundamentalmente contusiones y erosiones cutáneas localizadas habitualmente en cabeza y cuello, pierna y rodilla, pie y tobillo.