Sonia Elena Gregorio González, Esther Lorda Abadías, Manuela García Cebrián, Ibana Lasala Conte, Ruth Peinado Berzosa
Las membranas ovulares, también llamadas bolsa amniótica o bolsa de las aguas, están formadas por el corion (cara externa) y el amnios (cara interna) y en el embarazo van creciendo a la par que el feto y llegan a tapizar internamente al útero, proporcionando al feto aislamiento y protección.
La rotura de membranas (RM) o amniorrexis se trata de una solución de continuidad de las mismas, originando la expulsión de líquido amniótico (LA) al exterior y la comunicación de la cavidad uterina con el canal cervical y la vagina. La rotura prematura de membranas (RPM) es un acontecimiento que requiere derivación hospitalaria y que bien puede formar parte de la fisiología previa al parto o bien acontecer como una complicación, apenas prevenible por su etiología multifactorial. La repercusión maternofetal es variada y en consecuencia la actuación profesional se deberá valorar, en cada caso, por personal obstétrico especializado.
En ocasiones, la consulta con el obstetra, la matrona o la unidad de urgencias hospitalarias, puede verse dificultada por las particularidades demográficas, geográficas y/o del sistema sanitario, que hacen posible que la gestante acuda con mayor facilidad a otros agentes de salud más accesibles, quienes deben reconocer la relevancia del problema para informarle en un primer momento y derivarla adecuadamente, con el objeto de acelerar su atención y minimizar la morbimortalidad materna y neonatal.