El presente artículo analiza empleo de los biocerámicos en aplicaciones clínicas, como sustitutos óseos, desarrollos en Argentina y Europa, y los productos comerciales disponibles. Los cerámicos para este propósito son bioinertes, bioactivos o reabsorbibles. Estos se caracterizan por su biocompatibilidad, capacidad de degradación controlada, y liberación de iones biológicamente activos (Ca++ y PO4---) al medio fisiológico. Además, estos materiales presentan ventajas respecto al hueso de banco, tales como su disponibilidad, reproducibilidad de sus propiedades físicas, químicas y mecánicas; capacidad de absorción y liberación paulatina de fármacos. Los biocerámicos constituyen un sustrato viable para cultivos celulares y el desarrollo de nuevas variantes de sustitutos óseos, que incorporen fases orgánicas.