Fernando Adrián Lopreite, Harold Simesen de Bielke, Germán Garabano, Gustavo Luis Gómez Rodríguez, Agustín Oviedo, Hernan del Sel
Introducción: Alrededor del 15% de los pacientes con coxartrosis secundaria a artritis reumatoide necesitarán un reemplazo total de cadera, el patrón oro en el tratamiento. El objetivo es mostrar nuestra experiencia en reemplazo total de cadera en pacientes con artritis reumatoide, mediante un análisis retrospectivo, con énfasis en las alternativas protésicas y las complicaciones encontradas. Materiales y Métodos: Se analizaron 48 reemplazos totales de cadera primarios en 40 pacientes (edad promedio 58 años), con un seguimiento promedio de 6 años. Se realizaron 23 reemplazos totales de cadera cementados, 21 híbridos y 4 no cementados. Para el seguimiento, se contó con el examen clínico, la valoración del puntaje de Cadera de Harris y estudios radiológicos a los 21 y 45 días, 3 y 6 meses, al primer año y anualmente. Se evaluaron las zonas de DeLee-Charnley y Gruen para determinar el aflojamiento protésico.Resultados: El puntaje de Harris promedio fue de 29,8 en el preoperatorio y de 82,2 después de la cirugía. La supervivencia de la prótesis a los 5 años fue del 98%. A los 8 años de la cirugía, se agregaron 3 casos adicionales de aflojamiento protésico, y se calculó una supervivencia a mediano plazo del 87,5%. Todos los casos revisados correspondían a implantes protésicos cementados. No hubo signos de aflojamiento radiológico ni clínico en las prótesis híbridas y no cementadas.Conclusiones: El reemplazo total de cadera constituye un procedimiento válido que mejora notablemente la calidad de vida de los pacientes con artritis reumatoide y compromiso grave de las caderas. Los resultados dependen de varios factores: tipo de prótesis, estado clínico y técnica quirúrgica. Coincidiendo con la literatura internacional, la utilización de cotilos no cementados mejora la supervivencia de la prótesis a largo plazo.
Background: Fifteen per cent of the patient with osteoarthritis secondary to rheumatoid arthritis will need total hip arthroplasty. The objective is to communicate our experience in total hip arthroplasty in patients with rheumatoid arthritis through a retrospective analysis, emphasizing the alternative prostheses and complications.Methods: Forty eight primary total hip arthroplasties in 40 patients (mean age 58 years), with average 6-year follow-up were analyzed. Twenty three cemented, 21 hybrids and 4 uncemented total hip arthroplasties were performed. Clinical examination with Harris Hip Score, and radiographic studies at 21 and 45 days, 3, 6, and 12 months, and then annually were used for follow-up. We evaluate areas of DeLee-Charnley and Gruen to determine the prosthetic loosening.Results: Average Harris Hip Score was 29.8 before surgery and 82.2 after it. Prosthetic survival reached 98% at 5 years. Eight years after surgery, three additional cases of prosthetic loosening were detected, and prosthetic survival was 87.5% in the medium term. All patients who needed surgical review had cemented implants. There were no signs of radiographic or clinical loosening in the hybrid and non-cemented prostheses.Conclusions: Total hip arthroplasty constitutes a valid procedure that improves the quality of life of patients with rheumatoid arthritis with severe hip compromise. Results depend on several factors, such as type of prosthesis, clinical conditions and surgical technique. As it is published in the international literature, the use of uncemented cups improves prosthetic long-term survival.