Introducción: La hipertensión arterial resistente o refractaria al tratamiento supone un serio problema de salud pública y aunque, no están claros los mecanismos por los que se produce esta resistencia, se sospecha que el consumo de sodio puede jugar un papel importante en el mantenimiento de la misma. Objetivo: Determinar si los pacientes con hipertensión resistente toman sodio oculto en los alimentos ingeridos en su dieta; así como relacionar este consumo con sus hábitos dietéticos. Pacientes y Métodos: Se estudiaron 32 pacientes con una media de edad de 74,25±6,38 años, (65,6% hombres y 34,4% mujeres). Se realizó un estudio descriptivo y transversal mediante entrevista estructurada sobre consumo de alimentos. Se estudió: edad, género, estado civil, presión arterial, responsable de la elaboración de las comidas, índice de masa corporal (IMC), consumo de sodio oculto en la dieta y percepción de los pacientes sobre su consumo de sodio. Resultados: Se encontró una ingesta media real de 3693,56±2330,97 mg de sodio. En el 59,4% de los casos las comidas las elaboraba otra persona diferente al paciente, siendo mayor el consumo de sodio en estos pacientes (3.709,44±529,37 frente a 3.677,69±649,27 mg. Respecto a la percepción sobre la cantidad de sodio ingerida, el 9,4% decían no tomar nada, el 56,3% poco, el 21,9% lo normal y el 12,5% bastante. Los que decían no tomar nada de sodio y lo normal, el mayor aporte lo hacían durante la cena; y los que decían tomar poco sodio y bastante, era en el almuerzo. Se encontró correlación significativa entre ingesta de sodio total e IMC (r=0,411, p & lt0,05). No se encontró relación entre consumo de sodio y hipertensión arterial. Conclusiones: Al menos en la muestra estudiada, no existe relación entre ingesta de sodio y presión arterial; existe una relación directa entre consumo de sodio y la persona que cocina. Por otro lado, la percepción que tienen estos pacientes respecto a su consumo de sodio es adecuada.
Introduction: Arterial hypertension resistant or refractory to treatment is a serious public health problem and although it is unclear what mechanisms by which this resistance occurs, it is suspected that sodium intake can play an important role. Objective: To determine whether patients with resistant hypertension take hidden sodium in food eaten in your diet; and relate this intake with their dietary habits. Patient and Methods: 32 patients (65.6% men and 34.4% women) were studied with an average age of 74.25 ± 6.38 years. A descriptive and cross-sectional study using structured interview on food consumption. The following variables were studied: age, gender, marital status, blood pressure, responsible for the preparation of meals, body mass index (BMI), consumption of hidden sodium in the diet and perception of patients about their sodium intake. Results: A real average intake of 3693.56 ± 2330.97 mg sodium was found. In 59.4% of cases, the meals were made by someone different to the patient, being higher sodium intake in these patients (3709.44 ± 529.37 mg vs 3677.69 ± 649.27 mg). Regarding the perception of the amount of ingested sodium, 9.4%: ate nothing, 56.3%: little, 21.9%: normal and 12.5%: quite. Those who said they ate no sodium and normal intake, the largest contribution was made during dinner; and those who said eating low sodium, and quite, was at lunch. Significant correlation between total sodium intake and BMI (r = 0.411, p & lt0.05) was found. No relationship between sodium intake and blood pressure was found. Conclusions: At least in the studied sample, there is no relationship between sodium intake and blood pressure; there is a direct relationship between sodium intake and the person who cooks. Furthermore, the perception in these patients regarding their sodium intake is adequate.