El presente ensayo tiene por objetivo posicionar el debate sobre la autonomía en el ejercicio profesional de enfermería dentro de un contexto de lucha que viene afrontando la clase trabajadora de enfermeras y enfermeros por conseguir la aprobación de la Ley 35-2011, que crea y reglamenta la creación de los consultorios de enfermería como espacio físico donde los profesionales de la salud proporcionan un servicio independiente y autónomo. Para alimentar este debate, empezaremos haciendo una reflexión crítica sobre la necesidad de una política social que genere desarrollo humano y social, siendo esta, una aspiración legítima de las personas y de sus colectivos sociales de tener acceso al bienestar y a la autonomía. En correspondencia, el Estado y la sociedad civil deben concordar en la necesidad de implementar un modelo de política pública que estimule un proceso de expansión de las libertades en individuos y colectivos sociales como base para el desarrollo (Sem, 2000).