Objetivo: Evaluar la efectividad del programa de prevención de recaída (PR) y de intervención breve (IB) para reducir los comportamientos de riesgo de HIV, entre consumidores de droga por vía endovenosa (CEv) inscritos en programas de metadona. Las hipótesis estudiadas fueron: (1) que un programa PR de seis sesiones podía ser más efectivo a la hora de reducir los comportamientos de riesgo HIV que una IB de una sesión y una condición controlada de no-intervención (C) y (2) que la IB sería más efectiva en reducir los comportamientos de riesgo HIV que C.
Diseño: Se eligieron al azar los pacientes que seguían programas de metadona asignándoles a una u otra intervención PR, IB, o C. El seguimiento se hizo seis meses después de la evaluación de pre-intervención, los asistentes de la investigación eran independientes y no estaban informados de la localización de los grupos de pacientes. Localización: Generalmente las entrevistas evaluativas eran confidenciales y las intervenciones tuvieron lugar en la unidad de metadona donde el paciente era tratado.
Participantes: Noventa y cinco CEv inscritos en programas de metadona. Los criterios de entrada en el estudio eran: Consumo endovenoso de cualquier droga durante los 6 meses anteriores al día de la evaluación de pre-intervención, saber leer y escribir, dar su conformidad para realizar el test de anticuerpos HIV con fines de investigación y no tener ninguna enfermedad mental seria y conocida. Se contactó con 80 pacientes durante el seguimiento de seis meses.
Intervenciones: La intervención PR era un programa de seis sesiones. Cada sesión de 60/90 minutos era individual.
La IB era una entrevista de una sesión motivacional de 60/90 minutos de duración, apoyada con un libro de auto-ayuda.
Principales Mediciones de los resultados: Se les pasó a todos los pacientes la �Drug Use Escale� y la �HIV Risk-Taking Behaviour Scale of the Opiate Treatment Index�.
Los pacientes dieron su consentimiento a la recogida de muestras de sangre para el test de anticuerpos HIV durante la evaluación de pre-intervención y en la de seguimiento. Durante el seguimiento, la escala de comportamiento de riesgo HIV más alta, viene colateralmente de pacientes con parejas sexuales estables al menos durante el mes previo a la prueba; asimismo se recogieron los resultados de los análisis de orina realizados el mes anterior al seguimiento.
Resultados: El cumplimiento con las intervenciones fue buena. La correspondencia entre los auto-informes y los análisis de orina e informes colaterales fue satisfactoria. No existían diferencias significativas entre los grupos con hábitos de riesgo de HIV durante el mes previo al seguimiento. Sin embargo, existía la evidencia de un grado bajo, en el comportamiento de riesgo de aguja (compartirla y la higiene) durante el mes de mayor riesgo desde la valoración de pre-intervención en el grupo PR. No habían indicaciones de que la IB fuese más beneficiosa que el tratamiento usual de metadona y ninguna intervención parecía reducir el comportamiento de riesgo sexual.
Conclusiones: Interpretamos los resultados con cautela ya que los programas individuales PR muestran que disminuye el nivel de comportamiento de riesgo de aguja durante los episodios de recaída, pero para validar este hallazgo es necesario una mayor investigación.