Todo el mundo alguna vez pospone. La gente pospone tareas para el día siguiente y cuando llega ese día lo pospone para el otro. Su esperanza es que la tarea que quiere evitar, se la encuentre �realizada� al día siguiente como por arte de magia; todo ello viene acompañado normalmente por sentimientos de culpa, autoengaño y desesperanza. Sorprende que a pesar de lo común que es el problema de posponer se haya escrito tan poco. Ciertas áreas de investigación de la psicología clínica contemporánea han tratado este tema, como son la motivación, toma de decisiones, locus de control, estrés, fantasía, hostilidad, concepto de uno mismo y personalidad obsesiva. Falta, sin embargo, un sistema unificado que integre los diferentes componentes cognitivos del posponer de una manera que les permita aprender técnicas concretas para afrontarlo. La terapia Racional Emotiva proporciona un modelo ideal para conseguir esta función unificadora, y de hecho, en muchos escritos Albert Ellis habla sobre las tendencias de la gente a ser �hedonistas a corto plazo� y a �perder el tiempo�. El propósito de este artículo es examinar a fondo el problema de la posposición, desde un punto de vista racional-emotivo y presentar métodos de superación que se pueden utilizar tanto por el terapeuta como por la persona que desea ser su propio �terapeuta� para vencer su tendencia a posponer.
El postergador se mueve a menudo en dos áreas fundamentales, el autodesarrollo y el automantenimiento. Aplazar temas en el autodesarrollo puede implicar fracasar en la búsqueda de una nueva y más interesante posición para reemplazarla por otra más antigua y menos creativa, por ejemplo no aprobar cursos en la Universidad implica graduarse más tarde y por tanto reducir futuras oportunidades; no hacer reservas con antelación en el hotel que se desea ir de vacaciones conlleva quedarse sin vacaciones. A menudo si se evitara acumular actividades por hacer, como el trabajo de la casa, hacer la compra, escribir cartas, la vida sería mas placentera para la mayoría de la gente ya que se sentiría menos agobiada por esa cantidad de tareas acumuladas.