Varios estudios basados en poblaciones han puesto de manifiesto que entre todos los pacientes con trastornos psiquiátricos mayores, aquellos con trastorno bipolar son los que tienen la mayor prevalencia de trastorno comórbido por abuso y dependencia de sustancias. La causa de esta elevada tasa de comorbilidad no se ha establecido con claridad, y la relación es probablemente bidireccional. Se realizó una búsqueda en Medline para identificar los artículos publicados en inglés entre 1980 y 1997 conteniendo los términos comorbilidad, manía, resultados y consumo de sustancias y después se identificaron los artículos citados en sus bibliografías. La literatura revisada mostró varios factores de riesgo asociados a la comorbilidad con trastornos por consumo de sustancias en los pacientes con trastorno bipolar: edad temprana de inicio del trastorno, sexo, antecedentes familiares de trastornos por consumo de sustancias y presencia de manía mixta. Las mejoras metodológicas que han permitido avanzar en la comprensión de esta área incluyen la distinción entre trastornos primarios y secundarios, entre los distintos subtipos de trastorno bipolar y entre el primer episodio y los subsiguientes de la enfermedad. Para determinar la secuencia temporal de aparición, es necesario realizar estudios longitudinales iniciados en el momento de aparición de la enfermedad. Una mejor comprensión de la asociación entre el trastorno bipolar y el trastorno comórbido por consumo de sustancias, facilitará una mejora en la detección e intervención, y posibilitará el uso de medidas preventivas más eficaces que podrán mejorar los resultados de los pacientes con trastorno bipolar. El Estudio Nacional sobre Comorbilidad (National Comorbidity Survey) detectó una prevalencia a lo largo de la vida del 1.6% para la manía. El Estudio ECA (Epidemiologic Catchment Área) halló una prevalencia de abuso o dependencia de alcohol del 46.2% entre pacientes con trastorno bipolar tipo I significativamente superior al 13% estimado para la población general. Además, la prevalencia a lo largo de la vida del consumo o dependencia de sustancias hallada entre las personas con trastorno bipolar tipo I fue del 40.7%, en comparación al 6.2% de la población general. Los trastornos por consumo o dependencia de sustancias eran más prevalentes entre las personas con trastorno bipolar que entre aquellas con otro trastorno del estado de ánimo, como depresión unipolar (27.2%). Como parte del estudio ECA, Helzer y Pryzbeck demostraron que la probabilidad de que la manía y el abuso de alcohol ocurrieran conjuntamente era mucho más elevada de lo que cabía esperar aleatoriamente (odds ratio=6.2). De todos los demás trastornos sólo el trastorno de personalidad antisocial presenta una probabilidad superior a la de la manía de asociarse a los trastornos por consumo de alcohol. Goodwin y Jamison, tras revisar la literatura existente en 1990, argumentaron que la comorbilidad de los trastornos por consumo de sustancias (TCSs) con el trastorno bipolar no se había estudiado tan extensamente como dicha comorbilidad con el trastorno de depresión mayor, a pesar de la superior tasa de comorbilidad de los primeros y del impacto significativo de los TCSs sobre el curso del trastorno bipolar.