Se han propuesto cinco mecanismos diferentes mediante los cuales el tratamiento antidepresivo puede conducir al suicidio: en primer lugar, simplemente mejorando la depresión más rápidamente, en segundo, por una acción intrínseca a los efectos antidepresivos, en tercer lugar por toxicidad en sobredosis, el cuarto motivo serían los efectos secundarios de antidepresivos específicos, y finalmente la última explicación recae en la ineficacia del tratamiento. En el presente artículo se revisa la evidencia sobre esta cuestión procedente de ensayos controlados aleatorizados (ECA), estudios de caso controlados y estudios epidemiológicos y se concluye que los antidepresivos pueden estar implicados en algunos casos de suicidio durante el tratamiento. Algunas modificaciones de los métodos utilizados en los ensayos clínicos y los estudios farmacológicos conducirían a unos datos más ricos para explorar el tema en mayor profundidad.