James C. Garbutt, Suzanne L. West, Timothy S. Carcy, Kathleen N. Lohr, Fulton T Crews
La dependencia del alcohol o alcoholismo suele ser un trastorno crónico progresivo que reconocen como una enfermedad tanto la American Medical Association como la American Psychiatric Association. Es un trastorno común que supone una pesada carga para los pacientes, sus familias y la sociedad. Los estudios epidemiológicos indican que el alcoholismo afectará a aproximadamente un 10% de los americanos en algún momento de sus vidas, siendo mayor el número de hombres que de mujeres afectados. Estamos ante un porcentaje de incidencia muy alto en comparación con muchas otras enfermedades, lo que demuestra la importancia de la dependencia alcohólica en la sanidad pública.
Junto a los aproximadamente 100.000 habitantes de EEUU que mueren cada año por causas relacionadas con el alcohol, incluyendo accidentes de tráfico y cirrosis hepática, el alcoholismo le cuesta a la nación un porcentaje aproximado de 166 billones de dólares anualmente en costes sociales y sanitarios directos o indirectos.
El tratar el alcoholismo supone distintas etapas. La etapa inicial se dedica al abandono y la desintoxicación grave.
Las etapas posteriores intentan mantener a los pacientes en remisión y a que desarrollen un estilo de vida compatible con una abstinencia a largo plazo (p.ej., no consumir ningún tipo de bebida alcohólica). Este último aspecto de cómo conducir al paciente se solía llevar a cabo habitualmente mediante procedimientos psicosociales (como Alcohólicos Anónimos y otras asociaciones de asesoramiento distintas) y técnicas farmacológicas (principalmente disulfiram), y con la combinación de ambas. Aunque hay muchos individuos que alcanzan la moderación en el alcohol a largo plazo con el tratamiento, otros siguen recayendo y deteriorándose, pese a múltiples cursos de tratamiento. El tratamiento farmacológico está emergiendo como otro de los medios para favorecer la abstinencia y prevenir la recaída, uilizándose como complemento de los procedimientos psicosociales que se habían empleado durante muchos años.
Los descubrimientos que aportamos aquí forman parte de una revisión sistemática rigurosa de la literatura científica relevante sobre el tratamiento farmacológico del alcoholismo llevada a cabo por el Research Triangle, Centro de Prácticas que se fundamenta en la Evidencia, del Institute University of North Carolina en Chapel Hill, patrocinado por la Agency for Health Care Policy and Research (AHCPR), (Agencia del programa e investigación para el cuidado sanitario).