Rubén de la Fuente Lloreda
Las onicopatías del pie (alteraciones de las uñas) constituyen un problema estético y en ocasiones doloroso para la población en general.
Uno de los sectores de población más débiles de la sociedad, los ancianos, sufre principalmente esta complicación. Esto es debido al envejecimiento cutáneo, la falta de hidratación, la disminución de la velocidad del crecimiento ungueal y precariedad en el cuidado personal asociada a la edad (falta de higiene, grado de dependencia, demencia, nivel socio-económico…) Actualmente la esperanza de vida excede los ochenta años. Existe una especial preocupación por los temas de salud, por lo tanto la labor del podólogo resulta imprescindible.
En este estudio que fue realizado en Madrid durante el primer semestre de 2015, se propone describir la prevalencia de patología onicológica.
Sobre una muestra de 107 pacientes mayores de 60 años, se recogieron fotografías evaluadas mediante exploración clínica por un podólogo. La muestra se llevó a cabo en dos centros de mayores del Ayuntamiento de Madrid (Eduardo Minguito y Pío Baroja) y en dos clínicas (Alsacia Salud y Barrena Craus).
La onicopatía más prevalente es la onicocriptosis (uña encarnada) con 48%, seguida de la onicogrifosis (uña engrosada) con 21%, onicomicosis (diagnóstico de infección fíngica en las uñas) con 12% y hematoma subungueal con 7%.