Las denuncias y querellas penales contra los profesionales sanitarios son cada vez más frecuentes, aunque inicialmente pueden causar perplejidad. Como expone un juez instructor al principio de los razonamientos jurídicos de una de sus resoluciones respecto al ejercicio de las profesiones sanitarias: "...es una profesión tan grande que cuesta imaginar una negligencia, un descuido, una dejadez o un abandono, es decir, un delito".