Artur Dalfó Pibernat
Objetivo. Investigar los factores asociados a la capacidad de los estudiantes de secundaria japoneses para reconocer los signos de violencia. Metodología. Durante un período de 20 meses (desde junio 2011 a enero de 2013), se distribuyó una encuesta a 3340 alumnos de 13 a 15 años en 18 escuelas de educación secundaria japonesa. El estudio recogió el género, reconocimiento de los signos de violencia, conocimiento de la violencia de pareja, autoestima, actitudes hacia la actividad sexual, actitudes hacia una relación de igualdad de citas y las relaciones con los maestros de escuela. Se realizaron análisis de regresión lineal múltiple para identificar predictores de la capacidad que respondieron a reconocer los signos de violencia física y psicológica. También se realizó un análisis de regresión logística múltiple binaria para identificar predictores de la capacidad para reconocer los signos de la violencia de pareja sexual. El Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saga aprobó el protocolo de estudio. Resultados: Un total de 3050 (91,3%) estudiantes participaron en este estudio (1547 niños y niñas 1503). Las diferencias de género se observaron respecto a las puntuaciones de algunas de las variables medidas. Los resultados indicaron que los niños que tenían más conocimiento de la violencia de pareja, se centraron en una relación de igualdad de pareja, tenían una relación positiva con sus profesores y mostraron una mayor capacidad para reconocer los signos de violencia entre parejas. Además, los niños con una actitud conservadora en cuanto a la actividad sexual, mostraron una mayor capacidad para reconocer los signos de violencia física y sexual. Por otra parte, las niñas con más conocimiento de la violencia entre parejas tenían una actitud conservadora en cuanto a la actividad sexual, y las niñas que se centraron en una relación de igualdad de pareja mostraron una mayor capacidad para reconocer los signos de violencia entre parejas. Conclusiones: Estos hallazgos sugieren que los programas de educación para prevenir la violencia en la escuela deben promover la comprensión sobre la violencia con la consideración de las diferencias de género y deben fomentar mejores relaciones entre los estudiantes y profesores, así como promover el establecimiento de una relación de pareja de igualdad entre niños y niñas