En mayo de 2013 entra en vigor en el Centro de Atención Primaria el formato de receta electrónica para la prescripción farmacológica. A propósito de dicho cambio se ha trabajado en la consulta de enfermería con el programa de prevención en el anciano y en concreto, con el referido a la revisión estructurada de la medicación. El objetivo ha sido favorecer tanto la rápida y correcta implantación de la receta electrónica como la detección de posibles necesidades y cambios en las redes de apoyo del anciano y en su estado físico y psicológico que puedan afectar al seguimiento correcto del tratamiento. Se ha realizado el Test de Barber y el Test de Barthel a todos los pacientes que cumplían los criterios de inclusión (mayores de 75 años que tengan algún tratamiento prescrito) descartando a los pacientes dependientes, institucionalizados, los que se encontraban en otro sector y los que no habían acudido a consulta en los últimos seis meses. Se ha etiquetado como “polimedicado” a todos los pacientes que toman más de cinco fármacos de forma crónica, detectando un 53% de situaciones de fragilidad y un 57% de ancianos polimedicados, a estos últimos se les ha realizado la revisión estructurada de la medicación, quedando reflejada en un 37% de los pacientes una mala adherencia al tratamiento prescrito por el profesional sanitario. A todos estos pacientes se les han realizado las intervenciones correspondientes al diagnóstico de “Gestión inefica z de la propia sa lud”, teniendo como resultados esperados la toma de medicación en los intervalos prescritos, la modificación de la dosis según las instrucciones y la correcta adhesión al tratamiento. De esta forma, aprovechando la necesidad de revisar el tra tamiento farmacológico para ajustar la medicación y facilitar al paciente la recogida de recetas, se ha trabajado en equipo para valorar globalmente a los pacientes y detectar necesidades de carácter bio-psico-social que puedan influir en el seguimiento del plan terapéutico y poder así inter venir para solventarlas.