Esperanza Palencia
Cada época deja una huella en la educación, que permite una evolución satisfactoria para alcanzar la inserción eficaz del hombre en la sociedad. Este cambio ha de llevar consigo, a nivel universitario, una reflexión en el profesor de hoy sobre el contrato moral que adquiere al ser miembro de una institución y al que muchas veces, por el hecho de no estar por escrito, no se le da la importancia requerida. Se habla, en este caso, de la reflexión que debe hacer el docente de enfermería sobre aquellos á mbitos de la educación donde se lleva a cabo relaciones que le permiten desarrollar su trabajo, como las establecidas con los alumnos, colegas o compañeros, y no sólo sobre el cumplimiento de las normas institucionales que se presentan en los documentos escritos, que deben ser cumplidas como parte de los compromisos que adquiere cuando acepta el rol docente. El profesional de enfermería dedicado a la docencia ha de tener presente que el contrato moral destaque un modelo pedagógico que guarde relación con los elementos que enfaticen en el desarrollo de autonomía, diálogo y la razón dialógica; un estilo de vida equilibrada con su contexto real, que acepte y sepa dar respuesta a las diferencias de su entorno real, que le permita mantener contra viento y marea el objetivo básico y primordial de la educación tanto a nivel de pregrado como en postgrado. Además, el docente de hoy siempre tiene que recordar que existen criterios indispensables en su contrato moral que le piden actuar con prescripción, imparcialidad, responsabilidad y modestia, sin dejar de lado la realidad de cada contexto de actuación.
Each era leaves an indelible impression upon education which in turn satisfactorily evolve in order to achieve the effective insertion of man into society. This change, given at the level of university education, conveys a reflection about the moral contract that he the professor acquires and by which he is bound when he is a staff member at a higher education institution. This is not given the appropriate importance due to the fact that it is not a written contract. In this case we will refer to the profound thought that must be given by the professor of practical nursing over those areas of education in which he really establish relationships that unfolds his job such with students, colleagues or workmates, and not only on compliance with the institutional rules that are presented in written documents that must be met as part of the commitments acquired when we accept the teaching role. The professional nurse devoted to teaching has to the bear in mind that the moral contract highlights a pedagogical model that relates to elements that emphasize the development of autonomy, dialogue and dialogical reason dialogical, a balanced lifestyle and to accept and learn to respondto the differences in the real environment. That lets it keep the basic and foremost goal of education on pre-graduate as well as post-graduate studies. The present days professor must keep in mind that there is certain essential criteria in his moral contract that demands of him prescription, impartiality, responsibility and modesty, without leaving aside the reality of each context for action.