Noelia Lahoz García, Antonio García Hermoso , Mairena Sánchez López, Jorge Cañete García Prieto, Marta Milla Tobarra, Vicente Martínez Vizcaíno
Introducción: la relación entre los cambios en la ingesta energética en las últimas décadas y el incremento en las cifras de obesidad en niños está aún en debate.
Objetivo: examinar la asociación entre la ingesta energética y de macronutrientes con diferentes medidas de adiposidad en niños, controlando por resistencia cardiorrespiratoria como una medida sustituta de la actividad física.
Método: se realizó un estudio observacional sobre 320 escolares de entre 9 y 11 años (54,5% niñas). Se tomó información sobre variables sociodemográficas y se midió peso, altura, perímetro de cintura y porcentaje de masa grasa a través de bioimpedancia. El índice de masa grasa fue calculado dividiendo la masa grasa (en kg) entre la altura al cuadrado (en m), para ajustar por el tamaño corporal. La ingesta energética y el porcentaje de macronutrientes fueron medidos con dos recordatorios de 24-h en días no consecutivos (entre semana y fin de semana), empleando el software Young Adolescents’ Nutrition Assessment on Computer (YANA-C); el fitness cardiorrespiratorio fue medido a través del test de 20 metros de ida y vuelta.
Resultados: los niños en el cuarto cuartil de perímetro de cintura tienen una ingesta de grasas menor (34,9%) que los chicos en el primer (42,4%; p = 0,019) y segundo cuartil (41,6%; p = 0,022). Los escolares en el primer cuartil de índice de masa grasa tienen mayor ingesta energética total que los escolares del cuarto cuartil (1762,3 kcal vs. 1496,8 kcal; p = 0,023). Las ingestas de macronutrientes relativas al peso son menores en los sujetos de las categorías más altas de estatus ponderal, perímetro de cintura e índice de masa corporal (p < 0,001).
Conclusión: la adiposidad está inversamente asociada con las ingestas energética y de grasas. Una excesiva ingesta energética y de grasas no parece estar directamente asociada con la actual epidemia de obesidad de los escolares de Cuenca (España).
Introduction: the relationship between changes in energy intake (EI) over the last few decades and the trends towards of excess weight in children is still debated.
Objective: to examine the relationship between energy and macronutrient intakes with adipostity in children, controlling for cardiorespiratory fitness (CRF) as a surrogate measure of physical activity.
Method: we conducted a cross-sectional study of 320 schoolchildren aged 9-11 years (54.5% girls). We collected data on socio-demographic variables, and measured weight, height, waist circumference (WC), and fat mass percentage by bioimpedance analysis. Fat mass index (FMI) was calculated as fat mass (kg) divided by height (m) squared, to adjust for body size. Energy (kcal) and macronutrient intake (percentages) were measured by two non-consecutive 24-h recalls (weekday and weekend day), using the Young Adolescents’ Nutrition Assessment on Computer (YANA-C) software program; CRF was measured by the 20-m shuttle run test.
Results: boys in the 4th quartile of the WC distribution had lower fat intake (34.9%) than boys in the 1st (42.4%; p = 0.019) and 2nd quartiles (41.6%; p = 0.022). Children in the 1st quartile of the FMI distribution had higher daily EIs than children in the 4th quartile (1762.3 kcal vs. 1496.8 kcal; p = 0.023). All macronutrient intakes relative to weight were lower in children in the more adipose categories for weight status, WC and FMI (p < 0.001).
Conclusion: adiposity was inversely related to energy and fat intakes. Excessive EI and high EI from fats not appears to be directly associated with the current obesity epidemic among schoolchildren living in Cuenca (Spain).