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Introducción: el método del agua doblemente marcada (ADM) tiene una precisión del 1% y en un mismo sujeto es de 5-8%, dependiendo de la edad y el entorno del sujeto. La evaluación de la ingesta energética es propensa a errores (> 15-20%), dependiendo del método utilizado.
Objetivo: cuantificar los errores metodológicos del ADM en niños de 4-5 años que podrían afectar la comparación con la ingesta de energía.
Métodos: el gasto de energía (GTE, por ADM), se evaluó durante 14 días en 18 preescolares, asistentes a guarderías infantiles. La ingesta energética se determinó mediante un método combinado: pesaje de alimentos durante los días de la semana y registro después de salir del centro (17 horas en adelante), además de un recordatorio de 24 horas, durante un día del fin de semana.
Resultados: el promedio individual del gasto energético total fue 1373 ± 177 kcal y la ingesta de energía (1409 ± 161 kcal). La diferencia global entre la ingesta y el gasto fue 42,9 kcal/día. El error de medición del GET explicó una variación del 2,4%, entre ambas mediciones, y el espacio de dilución de isótopos fue 1030 ± 0.010, confirmando el valor utilizado en los estudios de adultos.
Conclusiones: los datos de GET fueron similares a otros estudios realizados en niños en edad preescolar. La pequeña diferencia encontrada entre la ingesta y el gasto energético se puede atribuir a la metodología de la ingesta de energía aplicada, la dieta homogénea en los centros de atención, durante los días de la semana, y el bajo error metodológico del ADM.
Introduction: the doubly labelled water (DLW) method has an accuracy of 1% and within-subject precision of 5-8%, depending on subject’s age and environments issues. Energy intake assessment is prone to errors (>15-20%) depending in the method utilized.
Objective: to quantify DLW methodology errors in four to five year olds that could affect the comparison with energy intake.
Methods: energy expenditure (TEE, by DLW), was assessed during 14 days in 18 preschool children, who attended eight hours daily to day-care centres. Energy intake was determined by a combined method: food weighing during weekdays and recall after leaving the Centre (17h to sleep time) plus 24 h recall, during the weekend. Several assumptions affecting DLW total error were assessed to determine their influence in the comparison to energy intake (i.e. background variability, space ratio, proportion of water subject to fractionation, food quotient value).
Results: the individual mean energy expenditure was 1 373 ± 177 kcal and the energy intake (1 409 ± 161 kcal). The overall difference between intake and expenditure was 42.9 kcal/day (limits of agreement + 259.1 to -112.3 kcal/day). TEE measurement error only explained a minor quantity (2.4%), between both measurements, and the observed mean isotope dilution space was 1.030 ± 0.010 confirming the value utilized in adults studies.
Conclusions: energy expenditure data is similar to other studies in preschool children. The small difference found between energy intake and expenditure may be attributed to the applied energy intake methodology, the homogeneous diet at care centres during the week-days and the lower DLW methodology error.
