La articulación docente-asistencial enfocada como una relación necesaria entre la teoría y la práctica ha sido un común denominador en la formación y desarrollo de todas las disciplinas profesionalizantes. Su importancia actual, caso de las disciplinas de la salud y en particular en la medicina deriva de la falta de correspondencia entre el "corpus académico" de la medicina como disciplina situada en la intersección de varias ciencias y las necesidades de los servicios de salud. Estas necesidades se encuentran en la actualidad fundamentadas en un paradigma del proceso salud-enfermedad considerada como resultado de la interación de factores biológicos, sociales, sicológicos, culturales del medio ambiente físico y de los servicios de salud. En esta condiciones la articulación docente-asistencial no puede quedarse en las simples y antiguadas formas de cooperación y/o coordinación, sino que por el contrario debe avanzar en la búsqueda de nuevas formas organizativa que posibiliten una mayor integración alrededor de recursos, que resultan cada vez más especializados, más costosos y escasos y en la mayoría de las veces organizados alrededor de objetivos muy disímiles. Se busca entonces que la asistencia, la docencia y la investigación trabajen en forma coherente dentro de unas relaciones sistemáticas establecidas a tráves de subsistemas de normas muy sólidos y definidos con un propósito común: el mejoramiento de la salud de una comunidad específica, con la cual todos los organismo de salud deben establecer un diálogo que posibilite una comunicación de vía y una evaluación real del impacto sobre las condiciones de salud de la población, no solo de la asistencia, sino también de la docencia y la investigación. Se analizan también los principales obstáculos para el desarrollo de este tipo de articulación docente Asistencial y sus requisitos fundamentales.