Recoge este artículo datos históricos que muestran la antiguedad de las experimentación del efecto de drogas, anestésicos y vacunas con presos, prisioneros de guerra, y aún, los autoexperimentos.La frecuencia de dichas prácticas en el último siglo ha obligado a generar reglamentaciones basadas en los principios que deben regular las relaciones hombre-ciencia para proteger los derechos humanos en esta materia. Por esta razón y como una contribución para los investigadores en salud, las autoras recopilan las declaraciones y principios formulados por la Organización Mundial dela Salud (OMS) para este tipo de estudios; entre otros, los referente a la inventigación con niños, con fetos humanos, con mujeres gestantes y lactantes, con enfermos o deficientes mentales, con reclusos, con comunidades y grupos sociales vulnerables.