Al considerar el proceso salud-enfermedad en los trabajadores como consecuencia de un proceso de producción colectivo, en el cual importan las condiciones de vida, las relaciones sociales y los consumos que el propio proceso genera(1), se podría afirmar que los diferentes procesos de trabajo permiten identificar la relación que existe en las diversas maneras de enfermarse y de morir, variaciones en la expectativa de vida y diferentes disposiciones para las actividades vitales (2).