La miositis osificante traumática es una patología infrecuente de etiopatogenia incierta, aunque actualmente se acepta que se produce por metaplasia de las células mesenquimales del tejido conectivo. Suele afectar a adolescentes y adultos jóvenes, generalmente como consecuencia de un traumatismo sobre una zona muscular; en el 80% de los casos se localiza en las extremidades inferiores. La clínica aparece dos o tres semanas después del traumatismo, aunque la mayoría de pacientes no recuerda el evento causal. Para el diagnóstico se puede requerir radiografía simple, ecografía, tomografía axial computarizada o resonancia magnética, que a veces no pueden distinguir esta patología de otras lesiones malignas como sarcomas de partes blandas u osteosarcomas. Por ello, para el diagnóstico de certeza, con frecuencia se requiere biopsia. El tratamiento generalmente es conservador. La cirugía solo se realiza en casos seleccionados por el riesgo de recidiva.