Vicente José López Pérez, Marta Rius Villarrubia, Félix Castillo García
Las fracturas pélvicas por avulsión se producen tras contracciones musculares violentas o explosivas en pacientes con esqueleto inmaduro. Tienen lugar por un desequilibrio entre la fuerza de tracción del músculo o tendón y la resistencia del cartílago apofisario donde se insertan, siendo verdaderos autotraumatismos. Estas lesiones habitualmente tienen un buen pronóstico, mediante un tratamiento conservador.
Presentamos el caso clínico de un niño de 13 años que durante una actividad deportiva sufrió dolor e impotencia funcional en el muslo derecho, diagnosticándose de fractura-avulsión de la espina ilíaca anteroinferior derecha. Realizamos un seguimiento clínico y ecográfico; el paciente presentó una correcta evolución con reposo articular y analgesia y pudo reincorporarse a la actividad deportiva a los dos meses de la lesión.