Fundamento: En la primavera de 1998 hubo un brote de gastroenteritis aguda en Guadarrama (Comunidad de Madrid, España) que afectó sobre todo a niños en edad preescolar. Métodos: Se hizo un estudio descriptivo y analítico (casos y controles) del brote. Se tomaron muestras para estudio microbiológico de las heces de los afectados. Se inspeccionó el sistema de captación de agua de consumo de propiedad municipal y se tomaron muestras para análisis microbiológico. Resultados: Veintiún niños/as de 0 a 5 años presentaron diarrea líquida de más de 5 días de duración. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre el consumo de agua del grifo y la gastroenteritis [OR=5,73 (1,18-43,30); p<0,05]. No se halló asociación con otras variables investigadas. Se detectaron ooquistes de Cryptosporidium parvum en heces de ocho de las personas afectadas. Se observaron deficiencias en el sistema de captación y depuración de agua de consumo público de propiedad municipal pero no se encontraron ooquistes en los análisis del agua. Conclusiones: Los resultados de la investigación epidemiológica sustentan que el origen del brote de gastroenteritis por Cryptosporidium parvum fue el agua del grifo. Aunque no se detectó este parásito en los análisis de agua, esto es explicable por las dificultades que entraña esta técnica. En la revisión bibliográfica, no se han hallado descripciones de brotes epidémicos similares en nuestro país, pero según algunos informes, no son infrecuentes en países de nuestro entorno. Por tanto, Cryptosporidium parvum debería ser tenido en cuenta en el diagnóstico y manejo de estas situaciones.
Background: In spring of 1998, an acute gastroenteritis outbreak, which mainly affected preschool children, took place in Guadarrama (Community of Madrid, Spain). Methods: A descriptive and analytical (cases and controls) study of the outbreak was done. Stool samples of the cases were taken to microbyological investigation. The tap water getting system of the municipality was inspected and samples were collected to microbyological analysis. Results: Twenty one children from 0 to 5 years-old had liquid diarrhea which lasted more than five days. A significant statistical association was found within tap water consumption and gastroenteritis [OR=5,73 (1,18-43,30); p<0,05]. It did not have association with other variables investigated. Cryptosporidium parvum (Cp) oocysts were detected in stool samples of eight cases. Deficiencies were observed in the tap water getting and treatment system of the municipality but no oocysts were found in the analysis of the water. Conclusions: The results of the epidemiological investigation support that the source of the gastroenteritis outbreak was tap water, likely contaminated with Cp. While this parasite was not detected in the analysis of the water, it is explainable for the difficulties which this technique involves. In our review similar descriptions of outbreaks have not been found in Spain, but it seems that this reports are not infrecuent in neighbour countries. Therefore, Cp should be borne in mind in diagnostic and management of these situations.