FUNDAMENTO: El presente estudio resalta la importancia de la quimioprofilaxis antituberculosa con Isoniacida, para el control y prevención de la tuberculosis en el medio penitenciario. Se ha valorado la relación existente entre el cumplimiento de la quimioprofilaxis con factores de estudio; así como, hemos determinado si la educación sanitaria dispensada en nuestro centro, ha motivado a la población reclusa en el cumplimiento de este tratamiento. MÉTODOS: Se estudió el cumplimiento de la quimioprofilaxis con Isoniacida de 52 internos del Centro Penitenciario de Jaén, durante el periodo de febrero a mayo de 1995, calculando la dosis de Isoniacida tomada, mediante la determinación espectrofotométrica de metabolitos de Isoniacida en orina, por el método de Eidus Hamilton. Asímismo, se estudió la influencia sobre el cumplimiento de variables como sexo, infección por VIH, situación judicial y nivel cultural. RESULTADOS: De los 52 internos, 23 (44.23%) tomaban diariamente una dosis de Isoniacida considerada como efectiva; y 29 internos (55.77%) tomaban menos de la dosis de Isoniacida efectiva para la quimioprofilaxis. En cuanto a las variables estudiadas, los hombres (variable sexo) y aquellos internos con mayor grado educacional (nivel cultural) mostraron un mayor cumplimiento de la quimioprofilaxis, a pesar de no encontrar diferencias significativas. CONCLUSIONES: El cumplimiento de la quimioprofilaxis en nuestra población es deficiente, aunque se halla en consonancia con estudios similares realizados también sobre la población reclusa; no ocurre lo mismo con la población comunitaria donde encontramos un mayor cumplimiento de la quimioprofilaxis. ste bajo cumplimiento nos obliga a revisar el actual programa de educación sanitaria, así como aplicar medidas que puedan aumentar este grado de cumplimiento, como la observación directa del tratamiento, el régimen de tratamiento intermitentes, etc.
BACKGROUND: This study highlights the importance of anti-tubercular chemoprophylaxis with isoniazid to control and prevent tuberculosis in prisons. The relationship between compliance with the chemoprophylaxis and study factors was evaluated and we examined whether health education given in our prison motivated the prisoners to comply with this treatment. METHODS: Compliance with chemoprophylaxis using isoniazid by 52 inmates of the Jaén Penal Institution was studied for the period February to May 1995. The dose of isoniazid taken was calculated by means of the spectrophotometric determination of isoniazid metabolites in urine using the Eidus Hamilton method. Likewise, the influence of variables such as sex, HIV infection, legal situation and cultural level on compliance was studied. RESULTS: Out of 52 inmates, 23 (44.23%) were taking a daily dose of isoniazid that was considered to be effective and 29 inmates (55.77%) were taking less than the effective isoniazid dose for the chemoprophylaxis. With regard to the variables studied, greater compliance with the chemoprophylaxis was recorded among men (sex variable) and those inmates with a higher educational level (cultural level) although no significant differences were found. CONCLUSIONS: Compliance with the chemoprophylaxis among our inmates is inadequate although it matches similar studies that have been carried out on the prison population. This is not the case for the community population where compliance with chemoprophylaxis is greater. This low compliance forces us to review our current health education programme and to take steps that might increase this degree of compliance such as direct observation of treatment, a system of intermittent treatment, etc.