Augusto G. Zapico, P.J. Benito, Víctor Diaz, Jonatan Ruíz Ruíz
Nueve triatletas hombres (68,0 ± 2,0 mL·kg-1·min-1, 25 ± 1,9 años, 68,3 ± 2,2 kg y 1,77 ± 0,22 m), realizaron un test incremental en cicloergómetro en tres ocasiones correspondientes con el inicio de la temporada, periodo precompetitivo y periodo competitivo. El consumo de oxígeno máximo y los umbrales ventilatorios (aeróbico y anaeróbico respectivamente) fueron medidos en cada visita. A pesar de los cambios en la distribución del entrenamiento entre disciplinas, tiempo total de entrenamiento, tiempo de entrenamiento por semana, e intensidad del entrenamiento, potencia máxima, consumo de oxígeno máximo, frecuencia cardiaca submáxima, y concentración de lactato permanecieron estables a lo largo de la temporada. Dada la estabilidad mostrada con la relación entre la frecuencia cardiaca y los umbrales ventilatorios en nuestra muestra, concluimos que un único test de laboratorio al comienzo de la temporada podría ser suficiente para prescribir intensidades de entrenamiento (al menos en ciclismo) basándose en zonas de frecuencia cardiaca en triatletas altamente entrenados. Estos resultados deberán ser comprobados además con muestras mayores para poder ser generalizados.
Nine male triathletes (68.0 ± 2.0 mL·kg-1·min-1, 25 ± 1.9 years, 68.3 ± 2.2 kg, 177.4 ± 2.2 cm), performed an incremental maximal cycle exercise test on three separate occasions corresponding to the start of the season, pre-competitive period, and competitive period. Maximal oxygen uptake and ventilatory thresholds (aerobic and anaerobic respectively) were assessed in each visit. Despite changes in the distribution of training among disciplines, total training time, training time per week, and intensity of the training, maximal power output, maximal oxygen uptake, submaximal heart rate, and lactate concentration remained stable throughout the season. Due to the stability displayed by the heart rate ventilatory thresholds relationship in our sample, we conclude that a single laboratory testing at the start of the season could be enough to prescribe training intensities (at least for cycling) based on heart rate zones in highly trained triathletes. These results should be compared in future studies with longer samples in order to be generalised.