A Coruña, España
Introducción: los cambios fisiológicos propios del envejecimiento, junto con distintos procesos patológicos, predisponen a los ancianos a la aparición de complicaciones nutricionales, siendo el estado nutricional un factor pronóstico importante. El objetivo del estudio es conocer la prevalencia de desnutrición en los mayores de 65 años en nuestro centro, tanto al ingreso como al alta.
Métodos: realizamos un estudio transversal, observacional. Para ello evaluamos 174 pacientes mayores de 65 años que ingresaron de forma consecutiva, mediante la aplicación del Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002) y el Mini Nutritional Assessment Short Form (MNA-SF) en las primeras 48 horas de ingreso. Los pacientes oncológicos también se evaluaron mediante la Valoración Global Subjetiva Generada por el Paciente (VGS-GP). Al alta se realizó de nuevo el NRS-2002.
Resultados: el 29,31% de los pacientes estaban en situación de riesgo nutricional según los resultados del NRS-2002 al ingreso. Este porcentaje aumentaba hasta el 57,89% al alta. El MNA-SF objetivó alteración nutricional en el 70,35% (54,65% riesgo de desnutrición, 15,7% desnutrición). Según el NRS-2002 el 34,14% de los pacientes con cáncer presentaban riesgo nutricional; sin embargo, la VGS-GP mostraba deterioro nutricional en el 56,41% de los casos (46,15% desnutrición moderada y 10,26% desnutrición grave). Existen grupos de pacientes (los de mayor edad, los ingresados de forma urgente, los que presentan insuficiencia cardíaca) con mayor riesgo de deterioro nutricional durante el ingreso (p < 0,05).
Conclusiones: el porcentaje de pacientes mayores de 65 años en riesgo nutricional en nuestro centro es muy alto, tanto al ingreso como al alta. Se hace necesario el cribado nutricional sistemático.
Background: elder people suffer physiological changes and illnes that increase the risk of malnutrition. Nutritional status is a major prognosis factor in older people. This study is aimed at estimating the prevalence of malnutrition among the population of 65 and over inpatients as much at admission as at discharge.
Methods: we conducted a transversal observational study. 174 consecutive inpatients were examined using Nutritional Risk Screening 2002 (NRS-2002) and Mini Nutritional Assessment Short Form (MNA-SF) in the first 48 hours from admission. Patient Generated Subjective Global Assessment (PG-SGA) was applied to cancer patients. All patients were submitted the NRS-2002 at discharge.
Results: 29.31% of patients were at malnutrition risk according to the results of NRS-2002 at admission. This percentage increased up to 57.89% at discharge. The MNA-SF revealed nutritional alteration in 70.35% (54.65% with malnutrition risk, 15.7% with malnutrition). The NRS-2002 showed that 34.14% of cancer patients presented with nutritional risk; however, according to PG-SGA 56.41% of the cases presented with malnutrition to a certain extent (46.15% with moderate malnutrition and 10.26% with serious malnutrition). There are different groups of patients (older patients, transferred from emergency department, patients with heart failure) who present higher risk of nutritional deterioration while they are hospitalised (p < 0.05).
Conclusions: there is a very high percentage of 65 and over patients at nutritional risk in our centre, as much at admission as at discharge. It is necessary to install a systematic screening of the nutritional status.