Quien se adentra por primera vez en el mundo de la Ortoprotésica no puede menos que reconocer que reúne un buen número de peculiaridades que despiertan rápidamente el interés. Un sector que es capaz de reunir desde procesos artesanales de fabricación hasta las aportaciones más innovadoras de la investigación y el desarrollo no puede dejar indiferente a quien se aproxima al mismo. La falta de una titulación oficial, la atomización de la estructura comercial y la inclusión de los productos ortoprotésicos entre las prestaciones de la sanidad pública, marcan la situación de este sector y condicionan su evolución.