Los jóvenes universitarios necesitan consolidar buenos hábitos alimentarios basados en una adecuada selección de alimentos, los cuales constituyen un factor de fundamental importancia para mantener un buen estado de salud y prevenir enfermedades.
Objetivo: Evaluar la ingesta de alimentos y el perfil de la dieta de estudiantes universitarios de Tucumán y su variación a través del tiempo. Analizar si cumplen las recomendaciones dietéticas actuales.
Materiales y métodos: La recolección de datos se llevó a cabo durante los años 1998-1999 (G1) y 2012-2013 (G2); se realizó mediante una autoencuesta alimentaria y cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos. Fue aplicada a 329 estudiantes universitarios seleccionados en forma aleatoria. El perfil alimentario se describió según la frecuencia de consumo habitual de los principales grupos de alimentos.
Resultados: Los estudiantes resultaron 25,2% hombres y 74,8% mujeres, con edad promedio de 23±3 años. En general, en ambos grupos, la mayoría de los estudiantes presentó un IMC normal, sin embargo se destacó un elevado porcentaje de hombres con sobrepeso (18,2%) y obesidad (12,1%) y mujeres con bajo peso (11,6%).
Según los grupos analizados y en función del sexo se observaron algunas diferencias estadísticamente significativas en la composición de macronutrientes de la dieta: en G1 fue mayor el consumo de carbohidratos en detrimento de proteínas y lípidos; se encontraron también diferencias en la ingesta de algunos micronutrientes, observándose mayor consumo de hierro y menor de vitaminas B1, B2, niacina y C en el G2. La dieta fue monótona para ambos grupos y con diferencias en el perfil de nutrientes que la conforman. La más notable fue el incremento gradual del consumo de productos azucarados, limentos procesados, snacks y menor consumo de lácteos, pescados, frutas y vegetales en el G2.
En ambos grupos, la adecuación de la ingesta alimentaria de la población estudiantil no cubrió las recomendaciones de hierro, calcio y vitamina A.
Ante el perfil alimentario observado en la población universitaria, se advierte la necesidad de promover cambios para prevenir la aparición de obesidad y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta; sería conveniente realizar mayor educación alimentario-nutricional.
The university students need to consolidate good dietary habits based on an adequate selection of food, which is a factor of fundamental importance to maintain good health and prevent disease.
Objective: To evaluate the food intake and diet profile of university students from Tucumán and its variation over time. Analyse if they accomplish current dietary recommendations.
Material and method: Data collection was carried out during the years 1998-1999 (G1) and 2012-2013 (G2); was performed by a self-survey and food frequency questionnaire of food consumption. It was applied to 329 university students selected randomly. The dietary pattern was described by frequency of usual consumption of principal food groups.
Results: Students were 25.2% male and 74.8% female, mean age 23 ± 3 years. In general, in both groups most of the students had a normal BMI, but had a high percentage of men with overweight (18.2%) and obesity (12.1%) and women with underweight (11.6%).
According to the groups and sex analysis some significant statistically differences in macronutrient composition of the diet were observed: the G1 was higher carbohydrate intake than proteins and lipids; also differences in the intake of some micronutrients were found, with a higher intake of iron and less intake of vitamins B1, B2, niacin and C in G2. The diet was monotonous for both groups and with differences in the profile of nutrients. The most notable was the gradual increase consumption of sugary products, processed foods, snacks and decrease consumption of dairy, fish, fruits and vegetables in G2.
In both groups, adequacy of dietary intake of the university students did not cover the recommendations of iron, calcium and vitamin A.
Given the food profile observed in the student population, is warned the need to promote changes to prevent the development of obesity and cardiovascular disease in adulthood; it should be convenient to carrying out food and nutrition education.