La alergia a los ácaros constituye un problema de salud universal que puede ocasionar asma, rinitis y dermatitis atópica. Existe una relación lineal entre la exposición a los ácaros y la sensibilización a los mismos. Las medidas de evitación siguen siendo parte del tratamiento no farmacológico. En este artículo se revisan las principales recomendaciones y su nivel de evidencia.