Maximiliano Rodrigo Vega, José Manuel Ejeda Manzanera, María Teresa Iglesias López, Manuela Caballero Armenta, María del Carmen Ortega Navas
Introducción: Indagar sobre el desayuno que realizan colectivos como jóvenes universitarios, que en un futuro pueden ser Maestros, puede ser de interés por doble motivo como propiciar posibles mejoras de su dieta y potenciar modelos de hábitos saludables.
Objetivo: Conocer la composición y calidad de los tipos de desayunos (incluyendo la llamada toma de media mañana) que llevan a cabo futuros Maestros tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo.
Métodos: El estudio se realizó en 88 alumnos universitarios (futuros Maestros) con una media de edad de 21,4± 0,8 años. Previo consentimiento y entrenamiento, durante siete días consecutivos realizaron un registro de sus desayunos y tomas de media mañana.
La calidad de las ingestas se ha evaluado en un primer lugar empleando una adaptación de los criterios del estudio enKid (según la distribución de consumo de lácteos, cereales y frutas) estableciendo una puntuación de 21 a 0 puntos y unos rangos de calidad en: Buena, Mejorable, Insuficiente o Mala (Tabla 1). Además, se ha analizado la incidencia del cambio de alimentos a lo largo de las tomas matinales (variabilidad) sobre los rangos anteriores. Asimismo se ha evaluado el aporte energético (kilocalorías) y de macronutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas) de los alimentos ingeridos utilizando tablas actuales de composición de alimentos.
El análisis estadístico de los datos recogidos para el presente estudio se ha realizado mediante el programa SPSS 15.0.
Resultados: De todos los posibles primeros desayunos computados (n=616), no se efectúan un 4,38% ni un 60,5% de las medias mañanas. La puntuación general media de la calidad tipo enKid (no considerando la bollería industrial) para el primer desayuno estudiado sería de 9,86±3,59 (Insuficiente) e incrementaría (p<0,05) a un valor medio de 11,50± 3,85 (Mejorable) si se computan a la vez desayunos y medias mañanas. Asimismo cuantos más días se cambia de tipo de alimentos consumidos (aspecto que hemos denominado variabilidad) más aumenta la puntuación media de la calidad tipo enKid e igualmente al aumentar la energía aportada por los alimentos en las tomas matinales y acercarse al óptimo (≥ 25% de las kilocalorías diarias). No obstante, valorando las tomas matinales a la vez y considerando si son equilibradas respecto a las recomendaciones de la energía y respecto a la distribución de macro-nutrientes que aportan a la dieta diaria sólo un 20,45% de los alumnos tendrían un desayuno considerado saludable.
Discusión: Hay coincidencia con otros estudios en cuanto a ingestas de los primeros desayunos (que no se realizan en torno al 5%) pero los datos obtenidos para las tomas de media mañana suele ser más bajos en nuestro caso (faltan en torno al 60%); no obstante, los estudios específicos de segundos desayunos suelen ser escasos y referidos a adolescentes. Por otra parte, en línea con otros autores, de nuevo al valorar la calidad deseable de los desayunos, un porcentaje escaso de alumnos consumirían desayunos con calidad global aceptable, y de nuevo nuestros datos suelen quedar en el rango bajo (sólo en torno al 20% de los alumnos realizaría tomas matinales saludables). Esto, al igual que indican otros trabajos previos, vuelve a poner de manifiesto de nuevo la necesidad de actuar en procesos de mejora de los desayunos para conseguir una dieta diaria saludable en colectivos como jóvenes universitarios.
Sin embargo, los datos que hemos relacionado con la importancia de las tomas de media mañana no los podemos comparar al no haber encontrado estudios similares en universitarios españoles.
Conclusiones: Dado que el realizar un desayuno saludable es una práctica reconocida como importante por los expertos, y puesto que en torno al 80% de los desayunos analizados serían desequilibrados estimamos que es necesario favorecer su mejora en colectivos como los universitarios analizados. Así, se propone potenciar la toma de media mañana que sumada a la del desayuno (siempre que se opte en ambas por cereales de mejor calidad que la bollería industrial) ayudaría a aumentar la variación deseable de alimentos, a conseguir un aporte energético más adecuado y un mayor equilibrio de macronutrientes y así a acercarse a la práctica de una dieta saludable.
Introduction: The analysis of the breakfast eaten by some groups such as university students, which in the future may become in teachers, can be of interest for two reasons: to contribute to possible improvements in their diet and to promote healthy habits models.
Aim: To know the composition and quality of the breakfast types (including what is named as midmorning intake) carried out by future teachers from both, qualitative and quantitative point of view.
Methods: The study was conducted in 88 university students (future teachers) with a mean age of 21.4 ± 0.8 years. Consent and training were taken prior to record for seven consecutive days of their breakfast and midmorning intakes. The quality of these intakes was assessed first using an adaptation of the criteria enKid study (according to the distribution of consumption of dairy products, cereals and fruits) establishing a score of 21-0 points and quality range of: “Good”, “Upgradeable”, “Poor“ or Bad (Table 1). In addition, the impact of changing food throughout the morning shots (variability) of the above ranges has been analyzed. It has also been evaluated the energy (kilocalories) and macronutrients (carbohydrates, lipids and proteins) of ingested food using current food composition tables.
Statistical analysis of the data collected for this study was performed using SPSS 15.0.
Results: Of all the possible early breakfast recorded (n = 616), 4.38% is not performed and 60.5% of midmorning intake is not made. The average overall score enKid standard quality (not considering the bakery) for the first breakfast studied would be 9.86 ± 3.59 (Poor) and would increase (p <0.05) at an average of 11.50 ± 3.85 (Upgradeable) if both, breakfast and mid morning intake are considered together. Moreover, more days changing the type of food consumed (aspect that we have called as variability) higher the average score of enKid standard quality and also when increasing the energy provided by food in the morning intakes and approaching to the optimal (≥ 25% daily kilocalo - ries).However, assessing the morning intakes together and considering if they are balanced on the recommendations of energy and regarding the distribution of macro-nutrients that contributes to the daily diet, only 20.45% of the students would have a breakfast considered as healthy.
Discussion: There is a coincidence with other studies regarding intakes of early breakfast (which does not occur at around 5%) but data obtained for midmorning intake is usually lower for us (missing about 60%).
However, specific studies on “second breakfast” are only a few and on adolescents. On the other hand, in line with other authors, when assessing again the desirable quality of breakfasts, a small percentage of students would consume breakfast of acceptable overall quality, and our data are in the low range too (only around 20 % of students would perform healthy morning intakes).
This issue, as it happens in other previous studies, again is highlighting the need to act in improvement of breakfasts in order to achieve a healthy daily diet groups such as in university students. However, those data that we have linked with the importance of having midmorning intake, cannot be compared as there are no similar studies in Spanish university students.
Conclusions: Since making a healthy breakfast is recognized as important by the experts and given that about 80% of the breakfasts analyzed would be unbalanced, we think that it is necessary to promote its improvement in groups, such as those university students, target of the study. Thus, it is proposed to increase the mid morning intake that, added to breakfast (whenever in both, cereals of better quality are chosen against bakery products) would help to increase the desirable variation of food, to get a better energy intake and a wider balance of macronutrients in order to be closer to follow a healthier diet.