Conclusiones de los autores: la melatonina demostró eficacia (parámetros de sueño) en escolares y adolescentes con retrasos de fase, adelantando el inicio, acortando la latencia y otros. Parece mayor el efecto administrando el fármaco en horas tempranas. Hubo pocos efectos adversos, ninguno de importancia. En vigilia (cognición, estado general, ánimo…), se encontraron pocas mejoras.
Comentario de los revisores: los resultados prueban que la melatonina superó al placebo. Podría usarse, en casos seleccionados, con retrasos crónicos de la hora de inicio del sueño. Beneficio pequeño (dudosa significancia clínica) y desaparece tras periodos cortos de tratamientos. Faltan datos específicos para retrasos elevados de la hora de inicio del sueño. Aún no queda probado lo siguiente: tratamientos prolongados (seguridad, etc.), beneficios en vigilia, recomendar administración temprana.
Las evidencias proceden de pocos estudios con muestras pequeñas; muchas procedentes de niños no sanos (elevados porcentajes de trastorno por déficit de atención e hiperactividad, comorbilidades y tratamientos estimulantes).